Autóctona de Madagascar, fue descrita por primera vez alrededor de 1800 por colonos, que la describieron como felino.
Analísis genéticos más recientes la emparentan con los vivérridos, es decir: pertenece a la misma familia que ginetas, mangostas y suricatas, quizá más conocidos por nosotros.
A pesar de estar en la cima de la cadena alimenticia de la isla de Madagascar
( junto al Cocodrilo del Nilo, boas y aves rapaces) y de haber sido descrita hace tanto tiempo, apenas se conocía algo sobre su comportamiento hasta hace relativamente poco, en que se han llevado a cabo estudios para determinarlo.
Es el único mamífero depredador de la isla de Madagascar, estando formada su dieta sobre todo por lémures, además de pequeños roedores, insectos, serpientes o incluso gallinas de Guinea.
Su estrema agilidad la ayudan a cazar a los increíblemente hábiles lémures, al igual que su vida relativamete arborícola, aunque no se defiende nada mal en el suelo, ya que puede correr a gran velocidad. Su hábitat se extiende por todos las zonas boscosas de Madagascar, desde la costa hasta los 2000 m de altitud.
Como se puede observar en las fotos, su pelaje es pardo-rojizo,corto y denso, aunque se ha podido observar algún ejemplar de color negro. Tienen un hocico corto cuyas vibrisas pueden ser tan largas como su cabeza. Su larga cola puede medir tanto como su cuerpo, entre 60 y 80 cm., siendo las hembras algo más pequeñas que los machos. Su peso oscila entre los 6 y 10 kg., siendo de nuevo las hembras las más "delgadas". Poseen garras cortas, curvadas y retráctiles, siendo esta última característica propia de felinos y siendo la Fossa el único vivérrido que las posee. También tiene otra cualidad llamativa para su especie y es que es un animal plantígrado, es decir, al caminar se apoyan enteramente sobre los dedos y la palma, tanto de las patas delanteras como de las traseras. Tienen orejas redondeadas, menos dientes ( 32-36 ) y más cortos que el resto de los vivérridos.
Los machos tienen un pene que se sostiene con un hueso y está recubierto de púas rígidas y apuntadas hacia atrás. Cuando está erecto, las espinas sobresalen, y se encargan, probablemente, de que el macho y la hembra permanezcan trabados mientras copulan, al igual que ocurre entre los perros domésticos. Las fosas también pasan por una extraña fase durante el desarrollo. Es una fase desconocida en otros mamíferos. Durante la adolescencia, las fosas hembra adquieren algunas características distintivas de los machos que no se observan en las hembras adultas. El clítoris crece desproporcionadamente, desarrolla un pequeño hueso de soporte y aparece cubierto de espinas. Además, el pelaje crema de las partes bajas se colorea con una secreción naranja brillante. En las fosas adultas, esta secreción sólo se observa en los machos. Esta "masculinización" temporal no ha sido identificada en ningún otro mamífero hembra y no está claro si se trata de una misteriosa adaptación o de los inusuales efectos secundarios de los cambios hormonales de la pubertad.
Los machos tienen un pene que se sostiene con un hueso y está recubierto de púas rígidas y apuntadas hacia atrás. Cuando está erecto, las espinas sobresalen, y se encargan, probablemente, de que el macho y la hembra permanezcan trabados mientras copulan, al igual que ocurre entre los perros domésticos. Las fosas también pasan por una extraña fase durante el desarrollo. Es una fase desconocida en otros mamíferos. Durante la adolescencia, las fosas hembra adquieren algunas características distintivas de los machos que no se observan en las hembras adultas. El clítoris crece desproporcionadamente, desarrolla un pequeño hueso de soporte y aparece cubierto de espinas. Además, el pelaje crema de las partes bajas se colorea con una secreción naranja brillante. En las fosas adultas, esta secreción sólo se observa en los machos. Esta "masculinización" temporal no ha sido identificada en ningún otro mamífero hembra y no está claro si se trata de una misteriosa adaptación o de los inusuales efectos secundarios de los cambios hormonales de la pubertad.
Foto: Ran Kirlian.
Durante el período de apareamiento, que tiene lugar entre septiembre y octubre, los machos se comportan de forma agresiva, aunque dichos enfrentamientos son raros durante el resto del año. Se han observado apareamientos tanto en el suelo como en las ramas horizontales de los árboles, siendo estos últimos los más comunes. Y de nuevo un extraño comportamiento: Una solo hembra ocupa de manera exclusiva una rama en lo más alto de un determinado árbol, mientras un grupo de machos se congrega alrededor de la base del mismo emitiendo sonidos para captar su atención y luchando entre ellos. La hembra elige al macho en cuestión permitiendo que se acerque a ella. El apareamiento en sí puede durar hasta 165 minutos. La hembra se apareará con varios machos y tras lo cual abandonará el lugar, que será ocupado por otra hembra. Las crías de 2 a 4, nacerán tras tres meses de gestación, allá por diciembre o enero. Pesan unos 100 gr. y son lo que en zoología se conoce como crías altriciales, que son aquellas que nacen ciegas, sin los conductos auditivos abiertos, prácticamente sin pelo y con una movilidad muy limitada. A los cuatro meses y medio los pequeños empiezan a aventurarse fuera del cubil y son destetados. Dejarán a su madre entre los 15 o 20 meses de edad, hasta entonces ella cuidará de ellos. Su dentición adulta llegará cuando cumplan los dos años y serán completamente adultos cuando alcancen los cuatro años de edad. En libertad no se ha documentado la longevidad de estos animales pero en cautividad han alcanzado los 20 años.
Hasta hace poco se creía que las fossas eran animales completamente nocturnos, pero ahora se ha demostrado que no es así, por las mañanas y por las tardes puede observárselas a pleno rendimiento.
Estos animales son muy territoriales, tanto hembras como machos, requiriendo aproximadamente un kilómetro cuadrado de terreno. Marcan su territorio con glándulas secretoras. Se comunican, no sólo mediante sonidos, sino con huellas químicas que no solo delimitan territorio sino información como la de la disponibilidad de una hembra al apareamiento. Son animales con un gran sentido de la vista, olfato y oído.
Actualmente las Fossas se encuentran desde el año 2000 en la lista roja de la IUCN de especies en peligro de extinción. Para variar es el hombre que con la caza (sobre todo por que se la tiene por un diabólico animal rapta-bebés o por que puede hipnotizar personas lamiéndoles la cara para luego devorarlas) y la destrucción de su habitat está acabando con ella. Hoy en día no quedan más de 1500-2000 ejemplares en libertad.
En este enlace podeís leer un artículo de National Geographic (en inglés) donde se relata el relativamente reciente estudio de las Fossas a cargo de Luke Dollar, que llegó a la isla para estudiar lemures y que alrededor de 1994, tras perder la pista a uno de sus sujetos de estudio por causa de una Fossa, se dedicó a estudiar estos otros animales. Gracias a él se están acumulando datos [mediante captura de ejemplares vivos para datos en cuanto a peso, medidas, y de paso vacunándolos contra la rabia (enfermedad transmitida por animales domésticos llevados a la isla por colonos), radio collares para delimitar áreas de expansión, etc...]
En este vídeo podreís apreciar la increíble agilidad de estos animales.
En éste, hacia el final del vídeo podeís ver comparados los movimiento del Lémur con los de su único depredador natural: La Fossa. Narrado por el siempre bienvenido Sir David Attenborough. Siento no haberlo encontrado en castellano.
Aquí podeís ver más vídeos de la mano de BBC MOTION GALLERY. No os los perdaís son cortitos pero bastante aclaratorios e impresionantes.
Resto de fotos de Euskalnet (gineta) y Wikimedia Commons (suricata y mangosta).