Los tarsios eran considerados prosimios junto con los lémures, pero hace algún tiempo y gracias a algunas pruebas de ADN se les ha clasificado filogenéticamente en:
Orden: Primates, Suborden: Haplorrhini (se llaman así porque carecen de una membrana alrededor de las narinas (rinario) y de vibrisas en el hocico), Infraorden: Tarsiiformes, Familia: Tarsiidae, Género Tarsius.
Pero la clasificación por especies da más de un dolor de cabeza, ya que no queda claro si dividirlos en dos (a Sulawesi y Filipinas-grupo occidental) o tres grupos (a Sulawesi, Filipinas Y Grupo occidental). De momento la cosa está así y de paso os detallo las especies de tarseros que se conocen:
Género Tarsius:
1.-Grupo Tarsius syrichta: (Filipinas y grupo occidental)
-Tarsero de Filipinas, Tarsius syrichta. IUCN Red List.
-Tarsero de Horsfield u occidental, Tarsius bancanus. IUCN Red List.
2.-Grupo Tarsius tarsier: (Sulawesi)
-Tarsero espectro, Tarsius tarsier. IUCN Red List.
-Tarsero de Diana, Tarsius dentatus. IUCN Red List.
-Tarsero de Lariang, Tarsius lariang. IUCN Red List.
-Tarsero de Peleng, Tarsius pelengensis. IUCN Red List.
-Tarsero Sangihe, Tarsius sangirensis. IUCN Red List.
-Tarsero de Isla Siau, Tarsius tumpara. IUCN Red List.
-Tarsero Pigmeo, Tarsius pumilus. IUCN Red List.
Los fósiles de los parientes de los tarseros fueron descubiertos en Asia, Europa, Norteamérica y África, mientras que actualmente sólo habitan islas de sudeste asiático incluyendo Filipinas, Sulawesi, Borneo, y Sumatra. La mayoría de los animales se distribuyen a un lado u otro de la "Línea de Wallace", una frontera zoogeográfica que separa los centros de evolución de la fauna euroasiática y australiana. Sin embargo el territorio del género Tarsius atraviesa dicha línea. Esto sugiere que los tarseros habitaron en la región durante más de 40 millones de años. Los fósiles demuestran que su dentición no ha cambiado mucho en todo este tiempo, solo en su tamaño. Además tienen el registro fósil más largo y continuo de todos los primates, aunque escaso.
The ASM Mammal Image Library
Todas las especies tarseras presentan un tamaño similar de entre 9,5 y 15 cm de longitud, siendo el Tarsero pigmeo el más pequeño tal como indica su nombre. Tienen el pelaje de color gris claro u ocre, beige o pardusco tirando a rojizo y un aspecto aterciopelado.
Logran trepar y saltar en vertical y llegan a dar saltos de 40 veces su longitud corporal. Las patas traseras (incluyendo los pies) son dos veces más largas que su cuerpo. Como podéis ver en las fotos tienen unos pies muy grandes en comparación con su cuerpo, y poseen en el segundo y tercer dedo de las patas traseras la llamada "garra higiénica" usadas para el acicalamiento.
Los dedos de los tarseros son largos y finos. Por ejemplo, en el Tarsius spectrum y el Tarsius danae, el tercer dedo tan sólo mide un 10% menos que su húmero, mientras que en el Tarsius bancanus llega a ser un 10% mayor. Los dedos forman una jaula perfectamente eficaz para atrapar insectos en la oscuridad del bosque. Y para remate tienen una fórmula dental única:
2(i).1(c).3(p).3(m) en la mándibula superior y 1(i).1(i).3(p).3(m) en la inferior *.
El cerebro de los tarseros es diferente de otros primates, en términos de la disposición de las conexiones entre los dos ojos y el núcleo geniculado lateral, que es la principal región del tálamo que recibe la información visual. Su configuración y la manera en que reciben la información visual los distingue a ellos de especies como los lémures o los loris. En esto se apoyan algunos zoólogos y neurocientíficos para reforzar la idea de que los tarseros surgieron en una temprana línea independiente de la evolución de los primates.
Los tarseros son los únicos primates completamente carnívoros e insectívoros. Polillas, langostas, escarabajos, cigarras y algún que otro pequeño lagarto, serpientes e incluso algún pájaro, que incluso puede ser algo mayor que ellos. Aunque es menor la nutrición por medio de la caza de vertebrados respecto a la de invertebrados. Les gustan más los bichos.
Se desplazan por los árboles, tal como se les ve en la mayoría de las fotografías, trepando verticalmente por las ramas. Cazan a sus presas en las hojas o en las ramas, saltando de árbol en árbol para atraparlas.
Dependiendo de la especie los tarseros alcanzan la madurez sexual el primer o segundo año de vida. En algunos casos los machos jóvenes pueden posponer el apareamiento por un periodo desconocido hasta establecer su propio territorio.
El ritual de cortejo de los tarseros incluye alguna que otra persecución combinada con suaves vocalizaciones. El periodo de gestación es inusualmente largo para un animal tan pequeño, unos seis meses tras el cual la hembra dará a luz una sola cría, peluda y con los ojos muy abiertos que tiene el 25% del peso corporal de su madre. Al final de su primer día de vida o el segundo ya son capaces de trepar, aunque recién nacidas ya se agarran fuertemente a sus madres. Las madres saltan de árbol con las crías agarradas a su vientre.
El Tarsius bancanus la hembra y el macho comparten territorio como pareja. Los tarseros espectro forman grupos de hasta tres individuos formados por un macho y dos hembras adultas.
Cada una de las especies de Sulawesi posee su propia llamada que suelen emitir por la mañana cerca del lugar de descanso y que está señalado habitualmente por marcas olorosas. Machos y hembras utilizan sus agudas voces para cantar tonadas tan fuertes que pueden escucharse a 100m de distancia. No en todas las especies el canto es a dúo. El territorio que necesitan varía de nuevo según la especie desde las 0,6 hectáreas hasta las 2 ha.
Desgraciadamente este simpático animal está en peligro de extinción, incluso algunas de sus especies en estado crítico. Durante años se les ha cazado para venderlos a los turistas ya fueran vivos o disecados. Su venta como animales de compañía ha reducido su número de forma alarmante, ya que lo específico de su dieta dificulta mucho su mantenimiento. Esto unido la omnipresente destrucción de su hábitat no ayuda a su recuperación.
Varios proyectos de recuperación se llevan a cabo en distintos lugares pero no es nada fácil, ya que como he comentado, no suelen vivir en grandes grupos familiares y el hecho de estar junto a muchos parientes les provoca estrés, lo que no ayuda a la cría en cautividad.
Aunque no está todo perdido. Se están creando áreas de protección en su hábitat natural y por ejemplo la Philippine Tarsier Foundation está obteniendo buenos resultados creando hábitats semi salvajes dónde incluso atraen a los insectos nocturnos mediante iluminación especial para que los tarseros cazen como llevan haciendo montones de años.
Incluso los gobiernos correspondientes han declarado a los animales protegidos y se promulgan leyes para evitar su declive.
Y como siempre los vídeos para el final.
En este vídeo lo podéis ver muy claramente, a la luz del día.
Video en el que lo podéis ver en sus horas movidas.